Si le gusta la naturaleza y la fotografía, esta es una opción mas novedosa para disfrutar de una de las zonas mas interesantes del territorio mexicano.
El safari empieza en Siera de Catorce, como primera parada es San José de Coronados, un antiguo pueblo de gambsines enclavado en las faldas de la Sierra de Catorse. A pesar de la corta distancia hacia el pueblo que es de 9 km, el camino es lento, pues constantemente se detienen los viajeros para observar la gran variedad de cactáceas, que se encuentran en una reserva protegida de la bisofera conocida como la Ruta Sagrada de Wirikuta. Entre otras especies propias del desierto, aquí abundan las biznagas, el peyote, cacto sagrado de los huicholes.
Al llegar a San José de Coronados, puede visitar el mirador, de ahí se contempla el pueblo como un punto perdido en la inmensidad del desierto. A medida que se va subiendo la Sierra, la vegetacion se va transformando, la siguiente escala es el lugar conocido como La Tolva, que se encuentra en medio de un bosque de pinos, son los vestigios de una estación que recibía el mineral desde lo alto de la sierra, a través de canastillas que descendían por medio de la gravedad. Este es solo el preambulo para llegar al General, una antigua mina de antimonio desde donde era enviado el mineral a la Tolva. A partir de aquí, el camino se hace mas estrecho y escarpado. Conforme se va avanzando por la pendiente, se encuentran casas abandonadas, antiguas moradas de los gambusinos, hoy conocidos en pueblos fantasmas. Así se llega hasta la cima del Cerro de la Corona, y la vista es extraordinario, tiene una altura de 2,845 metros, desde aquí se aprecia toda la plenitud del desierto.
Descendiendo nuevamente, se puede hacer una escala para comer en el Huerto del Ahorcado, un encinal que marca la mitad de la ruta. Para así continuar rumbo a la Mina de Santa Ana y del pueblo de la Luz, que se asoma al fondo de una barranca. Al continuar el camino se interna en el puente de Ogarrio, donde al final del sorprendente túnel de 2.3 km de longitud espera Real de Catorce, con todo su bullicio que le ha quitado el adjetivo de "pueblo fantasma". Aqui puede visitar la Casa Catrocena y Casa de la Moneda, hoy convertida en casa de la cultura.
Después de visitar Real de Catorce, le recomendamos explorar la región conocida como el Bajio. Ahí puede explorar gran parte del área protegida de la biosfera, fotografiando y tomando nota de la enorme variedad de especies que ese encuentran en ella.
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